En un bombardeo en Caquetá, el Ejército habría asesinado a 7 niños, según denunció el senador Roy Barreras con pruebas de Medicina Legal durante el debate de control citado para el Ministro de Defensa, Guillermo Botero. Sumado a las masacres de indígenas y asesinato de líderes sociales, el escándalo crece hasta exigir la renuncia de Botero.
El senador Roy Barreras denunció este 5 de noviembre, en el Congreso, que en septiembre pasado el ministro de Defensa informó de la muerte de “14 delincuentes” pertenecientes a disidencias de las Farc en Caquetá.
Pero “ocultó” una cara horrible de la situación. La mitad de las personas que asesinó el Ejército eran menores de edad entre los 12 y 17 años. Se trata de:
Ángela Gaitán - 12 años
Sandra Vargas - 16 años
Diana Medina - 16 años
José Rojas - 15 años
Jhon Pinzón - 17 años
Wílmer Castro - 17 años
Abimiller Morales - 17 años
Guillermo Botero enfrentaba en el Congreso un nuevo debate y moción de censura, al que fue citado por reiterados cuestionamientos en su gestión entre ellos el escándalo que destapó el New York Times sobre el regreso de las ejecuciones extrajudiciales. En su cuenta de twitter, el colectivo Madres de Soacha donde confluyen las mamás de varios jóvenes ejecutados ilegamente por el Ejército para ser presentados falsamente como "bajas en combates" con la ex guerrilla Farc, aseguró:
Los falsos positivos no volvieron. Simplemente nunca se fueron.
Los homicidios de los niños y menores en Caquetá, podría considerarse como un gran falso positivo, pues al tratarse de menores no puede hablarse de combatientes sino de víctimas.
El Ejército ya no se mide y asesina niños. Y los hace pasar por miembros de las disidencias de las Farc. Sabíamos que había vuelto el gobeirno asesino pero ya no se miden en cruelda. #RenuncieMinistroBotero
Agregaron las Madres de Soacha en su cuenta @MafapoBogotá. La indignación vino de todos los sectores. Desde los gritos de rabia y dolor que se escucharon en el recinto del Congreso cuando Roy Barreras detalló que algunos cuerpos se identificaron por el Adn de la piel pues no quedó mucho de ellos, hasta las redes sociales donde la ciudanía exigió de múltiples maneras la salida inmedida del Ministro de su cargo.
Durante el debate en Congreso, el Ministro reconoció que los siete menores fueron asesinados. Botero tomó el micrófono y en su defensa dijo que el Ejército desconocía de su presencia en el campamento. "Cuando esta operación se hizo no se sabía de la presencia de menores. Se revisó clarísimamente la legislación, los abogados conceptuaron posiblemente que el señor Gildardo Cucho era una amenaza para la seguridad nacional y que como tal se podía bombardear el sitio", aseguró.
También Botero enfrenta cuestionamientos por el creciente asesinato de líderes sociales en Colombia, y las masacres y ataques contra pueblos indígenas en Cauca que recientemente han cobrado la vida de una docena de personas en dos masacres y un homicidio, el de Flower Trompeta, que enloda a la Fuerza de Tarea Apolo. Esta dependencia del Ejército, según testimonios de familiares, asesinó a sangre fría al joven y habría tratado de encubrir su delito al igual que sucedió en el caso del ex combatiente de Farc Dimar Torres. Revista Semana publicó hace unos pocos días evidencias que demuestran que el Ejército ordenó el homicidio del reincorporado, tal como los campesionos que rescataron el cuerpo lo denunciaron en videos que circularon en redes sociales, y los cuales fueron descalificados por Botero.
El Ministro, que apenas tiene experiencia como empresario y es uno de las piedras en el zapato del gobierno de Iván Duque, dijo entonces que el homicidio de Torres se dio en medio de un forcejeo.
Es decir, que ha sido demostrado que el señor Botero no solo mintió en el caso de Torres, sino en el supuesto "éxito" militar en Caquetá contra disidencias que se trataría de un crimen de lesa humanidad.
Lariza Pizano, analista política, expresó:
"En cualquier país medio digno un ministro que reconozca un bombardeo a 7 menores debe ser despedido".
Foto: Tomada de Presidencia.gov.co